Argentina
December 10, 2024
Con precios internacionales en ascenso, impulsados por tensiones globales y la demanda para biocombustibles, el girasol argentino consolida su papel estratégico en los mercados de aceite y subproductos. Desde el punto de vista agronómico, ofrece excelentes rendimientos e importantes beneficios que contribuyen a la sostenibilidad y rentabilidad de los sistemas agrícolas.
A nivel global, el girasol atraviesa un período de notable dinamismo. Las cotizaciones de esta oleaginosa continúan en ascenso, impulsadas por el conflicto entre Ucrania y Rusia, dos de los principales productores a nivel mundial. Además, en países como Indonesia y Estados Unidos, su uso intensivo para biocombustibles reduce el saldo disponible para el comercio internacional, contribuyendo al aumento generalizado de los precios.
En este escenario, Argentina, ubicada entre los cuatro mayores exportadores de aceite de girasol, asume un papel estratégico en el comercio internacional. Actualmente, el precio futuro de la oleaginosa oscila entre los 400 y 450 dólares por tonelada, cifra que supera considerablemente los 300 dólares ofrecidos por la soja, su principal competidor.
Por otro lado, la exportación de aceite y derivados de girasol registra el mayor volumen en casi dos décadas, según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Entre enero y octubre de 2024, las exportaciones alcanzaron 989.000 toneladas de aceite y 961.800 toneladas de subproductos, una cifra que no se veía desde la campaña 2005/06.
Este escenario, incentiva la exploración de alternativas para incrementar la superficie cultivada, especialmente en regiones como La Pampa, el oeste y el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, donde aún es factible la siembra sobre rastrojos de trigo y cebada.
En los últimos años, el girasol de segunda ha ido ganando protagonismo frente a cultivos como la soja y el maíz, debido a las significativas ventajas que ofrece y a los crecientes precios internacionales que favorecen su competitividad.
El girasol de segunda demuestra un excelente desempeño incluso en ambientes con limitaciones hídricas, gracias a un consumo de agua más gradual. Esto se debe, en gran medida, a su menor desarrollo vegetativo en comparación con las siembras de primera y al hecho de que su período de mayor demanda hídrica coincide con condiciones climáticas más favorables, generalmente en marzo, durante su período crítico. Además, se ve beneficiado por la cobertura residual que proporciona el cultivo antecesor.
Estas características hacen posible su siembra en suelos someros, donde la soja de segunda es una práctica común, pero con resultados frecuentemente inconsistentes. Como alternativa, el girasol supera una de las principales limitantes del maíz: la restricción en la extensión de la fecha de siembra, ofreciendo una ventana temporal más amplia para su implantación y consolidándose como una opción estratégica en estos ambientes.
> Planificando el girasol
La incorporación de girasol de segunda en los sistemas productivos contribuye a diversificar la rotación de cultivos, lo que resulta clave para prevenir problemas de plagas y enfermedades asociados al monocultivo. Aunque las condiciones climáticas no pueden ser controladas, existen prácticas de manejo que pueden incidir de manera positiva en el éxito del cultivo. Entre estas, destacan la elección adecuada de la fecha de siembra, el cultivo antecesor y la selección del híbrido más conveniente, así como una gestión eficiente de enfermedades y plagas. Adoptar un enfoque cuidadoso en estos aspectos será esencial para optimizar el rendimiento del girasol.
Primero, la fecha de siembra
Uno de los factores clave para el éxito del girasol de segunda es la elección de la fecha de siembra, ya que este cultivo permite sembrarse hasta mediados de enero, con expectativas de rendimientos que oscilan entre 1800 y 2000 kg/ha, con un contenido de materia grasa que puede alcanzar entre el 50 y el 52 %, siempre que las condiciones climáticas sean favorables. Su flexibilidad en cuanto a la ventana de siembra lo convierte en una opción ideal para las siembras de segunda, dado que tiene la capacidad de desarrollarse y rendir adecuadamente en fechas más tardías.
Según el ciclo de los híbridos seleccionados, las fechas óptimas de siembra se sitúan entre el 20 de diciembre y el 15 de enero. La floración ocurre aproximadamente entre los 55 y 70 días posteriores a la emergencia, lo que coincide con el mes de marzo. En este periodo, las condiciones climáticas suelen ser más favorables debido a días más cortos y frescos, lo que reduce significativamente la probabilidad de que el cultivo enfrente estrés severo.
Control de malezas
Un aspecto crucial en el manejo del girasol de segunda es el control de malezas resistentes, destacándose principalmente el «yuyo colorado» (Amaranthus sp.) y los «nabos» (Brassica sp.). Estas malezas pueden ser manejadas eficazmente mediante el uso de herbicidas con diferentes modos de acción, adaptados específicamente para este cultivo.
Es fundamental tener en cuenta los herbicidas utilizados previamente identificando la molécula aplicada, dosis, fecha del tratamiento y cantidad de lluvia acumulada desde entonces, para evaluar el grado de descomposición del producto químico. Esto es especialmente importante para evitar situaciones de carryover.
Para un control efectivo de malezas, se aconseja el uso de herbicidas preemergentes como flurocloridona, diflufenican o sulfentrazone, según las malezas presentes en el lote. Posteriormente, en postemergencia, es posible aplicar graminicidas para manejar gramíneas, incluidos los nacimientos “guachos” o voluntarios del cultivo anterior. En el caso de cultivos Clearfield, también se pueden utilizar los herbicidas específicos para esta tecnología.
Importancia del cultivo antecesor
El cultivo antecesor define el tipo de rastrojo, volumen que deja y calidad del mismo, pensando en la relación carbono-nitrógeno (C/N). Después de un cultivo de invierno, como trigo o cebada, el girasol puede aprovechar de manera eficiente la humedad residual presente en el suelo, especialmente en regiones caracterizadas por precipitaciones irregulares. Gracias a su sistema radicular extenso, este cultivo es capaz de extraer agua de las capas más profundas y, al mismo tiempo, movilizar nutrientes hacia las capas superficiales, contribuyendo así a la mejora de la fertilidad del suelo para los cultivos que se establezcan posteriormente.
De acuerdo con experiencias previas, el girasol presenta un desempeño superior cuando se cultiva sobre rastrojos de trigo candeal y trigo pan, en comparación con rastrojos de cebada. En este último caso, los resultados son más variables debido a la competencia de las llamadas «plantas voluntarias» o «guachos», las cuales suelen ser más agresivas. En muchas ocasiones, estas plantas no pueden ser controladas de manera oportuna mediante los tratamientos adecuados, lo que afecta el rendimiento del cultivo.
Eligiendo el híbrido adecuado
La elección del híbrido no solo debe basarse en el ciclo, sino que el mercado actual ofrece materiales con mejor sanidad y, sobre todo, mayor capacidad de producción de materia grasa. Es crucial elegir variedades adaptadas a fechas tardías, con altos contenidos de aceite y buena tolerancia a enfermedades. Es importante elegir materiales con buena sanidad demostrada, que presenten buen comportamiento a “esclerotinia” (Sclerotinia sclerotiorum) y a “cancro o phomopsis” (Phomopsis helianthi). Estos hongos pueden generar daño con pérdidas muy importantes.
Dentro de los híbridos de ciclo corto, RAGT ofrece variedades con genética europea como RGT VELLOX, ideal para planteos de doble cultivo o para cuando se necesita liberar el lote anticipadamente, gracias a manifestar el ciclo más corto del mercado. Se destaca por su excelente contenido de aceite, buen perfil sanitario y alta tasa de secado. Posee una excelente adaptabilidad, incluyendo la provincia de Buenos Aires, sur y centro de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba.
Descubrilo en: https://ragt-semillas.com.ar/rgt-vellox/
Por su parte RGT HUEMULL CL es un hibrido de ciclo intermedio con altísimo potencial de rinde. Este material posee un excelente vuelco de capítulo y buen perfil sanitario. Su zona de adaptación incluye toda la región girasolera.
Descubrilo en: https://ragt-semillas.com.ar/rgt-huemull-cl/
En tanto, RGT OBELLISCO CL es un material del ciclo intermedio-largo con tecnología para el control de malezas. Este híbrido tiene altísimo potencial de rendimiento con un destacado contenido de materia grasa, además de su excelente vuelco de capítulo y buen perfil sanitario. Posee gran capacidad de adaptación y estabilidad para zonas que incluyen Buenos Aires, Santa Fe, Chaco, Entre Ríos, Córdoba y Santiago del Estero.
Descubrilo en: https://ragt-semillas.com.ar/rgt-obellisco-cl/
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