Rosario, Argentina
November 12, 2010
“Muchos productores todavía dudan de la capacidad de respuesta del trigo dosis adecuadas de fertilización”, puntualizó el Ing. Jorge Fraschina durante una Jornada a campo realizada en una parcela cercana a la ciudad de Oliva.
“Los requerimientos de Nitrógeno siguen estando entre los 25 y 30 unidades por cada los mil kilos que queremos producir: si queremos trigos por encima de los 3000 kilos tenemos que estar por encima de las 90 unidades de Nitrógeno, entre el suelo y la fertilización. Pero sucede que muchos productores todavía dudan de eso”, repitió.
Fraschina hizo a Agroverdad una evaluación de lo que se está comprobando en los campos sembrados con trigo: “Estamos viendo expresiones muy interesantes de trigo, siempre de la mano del agua y los nutrientes”.
-”Muchas parcelas están por demostrar la potencialidad que tenemos en la zona. Aquí en Oliva, dónde se efectuó esta Jornada, es un campo rotado, de muy buena aptitud, que arrancó con una muy buena disponibilidad de agua (unos 200 mm a los 2 metros de profundidad al momento de la siembra) y hubo una corrección importante, de los requerimientos de nitrógeno, tiene 100 kilos de Nitrógeno aplicados. Y cuando tenemos disponibilidad de agua, las temperaturas acompañan y se hace la corrección de nitrógeno en forma adecuada, la expresión de rendimiento de trigo siempre aparece”.
-”Sobre ese punto estamos trabajando en el proyecto regional: demostrar que la expresión del trigo se alcanza y que hay muchas variedades que la hacen posible en distintas fechas de siembra. El productor no debiera tener ninguna duda respecto a que cuándo hay una buena disponibilidad de agua, como fue en esta campaña en el arranque, y corrigiendo adecuadamente los requerimientos de Nitrógeno, que muchas veces se subestiman, la respuesta se obtiene”.
-”Los requerimientos de Nitrógeno siguen estando entre los 25 y 30 unidades de por cada los mil kilos que queremos producir, si queremos trigos por encima de los 3000 kilos tenemos que estar por encima de las 90 unidades de Nitrógeno, entre el suelo y la fertilización. Lo que pasa es que muchos productores todavía dudan de la capacidad de respuesta del trigo a esas dosis de fertilización”.
Asignatura que no se termina de rendir bien
-”En el momento de tomar la decisión de siembra se hacen demasiadas cuentas, está bien que se hagan, pero no se termina de tener la confianza necesaria al cultivo de trigo para hacer esa inversión, porque la fertilización es una inversión. Muchos todavía dudan en la cantidad de Nitrógeno a aplicar y en el momento de la aplicación. En eso estamos trabajando, en demostrarle al productor cómo se equilibran el agua y los requerimientos de nutrientes para que los resultados se presenten”.
La campaña 2011/2012
¿Que nos deja esta campaña para el año que viene, aunque esta pregunta signifique estar pensando a muy largo plazo, en los términos corrientes con que nos manejamos en la Argentina?-, consultó Agroverdad.
-”Creo que la conclusiones que estamos sacando -respondió Fraschina- es, insisto, en que la respuesta del cultivo parte de una buena disponibilidad de humedad, de la necesidad de reponer los nutrientes y de que volvamos a pensar en el tema calidad. La demanda interna más importante es la de la industria molinera. Por suerte para ellos va a tener una buena disponibilidad de trigo, pero venimos de una campaña difícil para la industria. Creo que aprendió un poco la lección, me parece que debería apoyar al cultivo de trigo debidamente, el manejo de insumos en el cultivo, porque de todo eso depende la calidad de la producción”.
-”Es algo muy importante que está en juego para la provincia de Córdoba, por la superficie triguera, por la capacidad instalada que tiene la molinería y porque necesitamos abastecer esa demanda”.
-”La elección de variedades, el manejo de los nutrientes, tienen mucho que ver con la calidad de la producción y vamos a tener que poner el acento una vez más en eso”.
La provincia de Córdoba debiera tener un piso de unas 800.000 hectáreas: lo digo por la relevancia del cultivo en el sistema de producción. Hemos pasado por campañas de esa superficie y aún mayores”.
Cuándo convendrá vender
¿Tiene Usted el dato de que si se puede aguantar la retención de la cosecha hasta marzo o abril, cuando entre la demanda brasilera, se obtendrán mejores valores?-, inquirió Agroverdad.
Fraschina contestó con cautela: “Esa es una información estratégica que creo que hay mucha gente que la maneja y tiene su por qué. La demanda del Cono Sur y la oferta del otro hemisferio creo que confluyen hacia un momento en que el mercado se puede potenciar, por lo que tiene una y lo que le falta a la otra. Son coyunturas que están un poco lejos para responder con certeza, pero hay que escuchar, hay que leer, hay que informarse, porque es muy probable que el precio siga creciendo hasta ese momento”.
Estrategia para la zona Oliva-Oncativo
En la Jornada de Oliva, se ensayaron 10 cultivares de los semilleros más importantes. La parcela de ensayo estuvo rodeada de otras 80 hectáreas en que el trigo “está bastante interesante”, indicó el ingeniero Víctor Capuccino, del INTA Oncativo, organizador de la reunión junto con la Regional Oliva-Oncativo de AAPRESID.
En la zona, en septiembre, las lluvias promedio son de 20, 30 o 40 milímetros. Hasta ahora cayeron 400, una cantidad excepcional.
“El tema -señaló el técnico- pasa por cuál es la estrategia de producción en esta zona. Para lograr los resultados que se vislumbran en este campo el productor hizo una apuesta pensando en que iba a haber lluvia”.
Esa apuesta arrancó de una buena carga de humedad y de fertilizar a la siembra. “No se hizo ninguna locura: se aplicó una mezcla de Nitrógeno, Fósforo y Azufre. Tiene una buena dosis de Nitrógeno a la siembra, estamos hablando de 90 kilos, o sea, estamos hablando de 200 kilos de urea. “Para la región pareciera un poco mucho, pero la perspectiva de rinde, los precios actuales del trigo, la relación del precio y el valor del fertilizante, indican que se termina con una ecuación que es muy buen negocio”, juzga Capuccino.
¿Y para los años que no llueve o llueve poco?
¿Que pasaría cuando la lluvia no sea una aliada como lo fue en este año? “La estrategia en esta zona de los departamentos Río Segundo y Tercero Arriba es partir contar con humedad a la siembra: el piso para decidir si siembro o no, es tener por lo menos 180 milímetros acumulados hasta los 2 metros y distribuida la humedad en el perfil, de tal forma que me asegure una buena implantación. Con esto estoy diciendo que haya humedad arriba también. Con ese piso podemos llegar a pensar que tenemos casi asegurados entre 17 y 20 quintales. Todo lo que venga después de agua va a sumar rinde. Con ese panorama, si tengo lluvias normales con lo que es el promedio, con ese piso, puedo apuntar a 27, 28 y 30 quintales. En este caso (del campo dónde se hizo la Jornada) estamos viendo que los rindes pueden ser superiores a eso, porque las lluvias fueron superiores en el momento critico”.
“Nosotros -concluyó Capuccino- fomentamos que la gente, se fije si tiene ese piso de humedad que justifique la siembra. Si después no me llueve en la primavera, tendré 15 a 17 quintales. Pero me queda todo lo que es la cobertura, las raíces, todo lo que más beneficia a la siembra directa”.
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