Por primera vez se realizó en Argentina el Congreso Internacional de semillas forrajeras y céspedes, que cada dos años organiza el Grupo internacional de semillas de forraje IHSG (sus siglas en inglés). Esta novena edición contó con el apoyo del INTA, la Cámara de Semilleros de la Bolsa de Cereales (CSBC), la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (Unnoba), el INASE, la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, y sumó el auspicio de Syngenta entre otras empresas y organizaciones. Participaron más de 140 especialistas provenientes de 20 países, quienes visitaron el Seedcare Institute de Syngenta durante la última jornada del evento, y donde se pudo apreciar el nivel de investigación aplicada a la semilla forrajera.
Durante la recorrida por el Seedcare Institute, Rene Gislum Profesor de la Universidad de Dinamarca y vicepresidente de IHSG, expresó: “es sorprendente el trabajo de investigación de base que se está realizando en la Argentina con las semillas forrajeras, son estudios muy importantes que llevan a soluciones a largo plazo y el nivel de las investigaciones en el país es realmente alto. Si queremos tener una buena pastura hace falta una buena semilla, la población crece y con ella también crece la demanda de proteína animal. Si queremos comer carne necesitamos vacas, que a su vez necesitan comer una buena pastura y todo comienza con la semilla”.
Algo similar planteó el productor y asesor Phil Rolstom procedente de Nueva Zelanda: “estamos muy contentos de poder ver del trabajo que se hace en este instituto en la Argentina con el desarrollo de pasturas, y aunque en Nueva Zelanda tengamos una gran similitud en tipo de suelos, problemas agronómicos y condición climática, la forma en la que se investiga en este país es lo que marca la diferencia ya que eso se manifiesta luego en la elaboración de nuevos protocolos sobre el manejo de las pasturas”.
Por su parte Tom Chastain Profesor de la Univeridad de Oregon EEU y Presidente de la IHSG, destacó que es clave compartir la investigación. Todos los conocimientos que aquí se presentaron llegarán a través de nuestra organización a todos los productores del mundo y eso es un valor inmenso.
Investigación local:
Durante la recorrida el Ing. Pablo Ruggeroni, Responsable del Seedcare Institute explicó que este centro forma parte de una Red a nivel global de Syngenta donde se promueve la importancia de una buena aplicación de los productos y las tecnologías que cuiden al medio ambiente y a los productores que los utilicen.
La recorrida se basó en varias subestaciones donde se presentó la nueva máquina de tratamiento de semillas Piccolo desarrollada por Syngenta Argentina y LS Electromecánica, manejo de enfermedades en semillas, investigación sobre la sanidad de las raíces y se presentó Plenus forrajes que consiste en la confección de recetas acordes a las necesidades de cada planteo – aprovechando la calidad de la marca Plenus.
“Plenus forrajes es la tecnología y la receta se elabora en función a los productos que estén registrados para cada especie vegetal, y que no solo incluye productos de Syngenta sino que también puede contener bioestimuladores, o micronutrientes biológicos que ayuden a la especie”, sostuvo Ruggeroni.
A su turno el entomólogo Javier Vazquez explicó que en la implantación de forrajeras las plagas son similares a las que atacan a los cereales u oleaginosas, entre las que se destacan los gusanos blancos, pulgones, u orugas cortadoras.
“La clave siempre es realizar un buen monitoreo antes de la siembra. Durante la primavera es un excelente momento para muestrear y saber qué plagas de suelo están establecidas en el lote. En función de la cantidad de plagas existentes y las especies se determina si lo ideal es usar un producto de tratamiento de semillas, cebo o productos de cobertura”, explicó el entomólogo.
Por su parte el Ing. Juan Matera del INTA Pergamino, especialista en semillas forrajeras, contó que entre las novedades presentadas en el Congreso sobresale el caso de los endófitos y microorganismos que pueden ayudar a una mejor producción de forrajes y que ya vienen con la semilla.
“Se trata de endófitos que tienen una función amigable y que no producen ninguna toxicidad. También fueron interesantes los techos productivos que permiten umbrales de producción que hoy pueden ser mejorados sobre todo en especies que no se conocen tanto como la Festuca alta, Tréboles, Ray grass anual, Pasto ovillo y diversas especies que se usan en Argentina y donde hay mucho por mejorar” concluyó.