México
October 2, 2011
- Las plataformas experimentales, ubicadas en campo y en las que participan productores, ofrecen oportunidades de desarrollo para que científicos mexicanos puedan acceder a los principales centros y redes de investigación agrícola en el mundo.
- La adopción de los principios básicos de la agricultura de conservación ayuda a mantener el carbono “almacenado” en el suelo y a reducir, de esta manera, las emisiones de CO2 a la atmósfera, señaló la académica de la UAM, Unidad Xochimilco, Mónica Fuentes.
En el marco del Quinto Congreso Mundial sobre Agricultura de Conservación, recién concluido en Australia, investigadores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) presentaron trabajos de investigación desarrollada dentro del Programa Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro).
La investigación se realiza en las plataformas experimentales del Programa MasAgro, impulsado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) en coordinación con el CIMMYT, ubicadas en la región de Valles Altos, en donde se prueban diversas tecnologías para aumentar la producción de maíz y de trigo en México de forma sustentable.
El Congreso Mundial sobre Agricultura de Conservación, considerado el foro científico más importante en la materia, es un espacio que reúne a expertos de todo el mundo con el propósito de diseñar sistemas agrícolas más productivos, económicos y sustentables que permitan a la humanidad hacer frente a los efectos del crecimiento poblacional, la degradación ambiental y el cambio climático en la agricultura.
En México, se ha venido desarrollando la agricultura de conservación, con el apoyo del Programa MasAgro, a través de la estrategia Desarrollo Sustentable con el Productor, el representante del CIMMYT en este Congreso, Bram Govaerts, destacó los beneficios que obtienen los agricultores, en términos de producción y conservación del suelo, al eliminar el arado, mantener residuos de la cosecha anterior sobre el terreno y rotar cultivos, prácticas sustentables que promueve el Programa.
Govaerts subrayó que “los resultados de la plataforma Valles Altos demostraron que el potencial de calentamiento global se reduce con la agricultura de conservación, debido al almacenamiento de carbono en el suelo”.
Agregó: “esto disminuye las emisiones de dióxido de carbono (CO2) por el ahorro de combustible que genera la eliminación de la labranza. En contraste, las prácticas agrícolas convencionales contribuyen con casi dos toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera por hectárea cosechada al año”.
Por su parte, la académica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Xochimilco, Mónica Fuentes, quien también desarrolla investigación en Agricultura de Conservación, detalló que la adopción de los principios básicos de la Agricultura de Conservación ayuda a mantener el carbono “almacenado” en el suelo y a reducir, de esta manera, las emisiones de CO2 a la atmósfera.