Después de once años de moratoria, reinicia en Sonora y Sinaloa la siembra
experimental de maíz genéticamente modificado
México, D.F., México
22 de octubre de 2009
- México se dará finalmente la oportunidad de iniciar la fase experimental con maíz biotecnológico, que ha probado sus beneficios en más de 20 países del mundo.
- La SAGARPA y la SEMARNAT dieron su visto bueno a 15 de los 35 permisos, correspondientes a los estados de Sonora, Sinaloa y Tamaulipas, que solicitaron tres empresas de biotecnología agrícola.
- Pese al rechazo de 4 de los permisos sometidos, la industria de biotecnología agrícola reconoce que el compromiso del gobierno federal por avanzar en la aplicación del marco regulatorio de los organismos genéticamente modificados y en realizar una evaluación con bases científicas de estas tecnologías.
- En la actualidad la biotecnología agrícola desempeña un papel decisivo en el desarrollo de una agricultura sustentable a nivel mundial y es aprovechada con éxito en 25 países, con una extensión cultivada de más de 125 millones de hectáreas. México deberá recuperar el tiempo perdido para aprovechar este tipo de tecnologías y ser más competitivo.
“Con esta decisión, México autoriza a sus investigadores a trabajar en la búsqueda de alternativas propias que permitirán atender las necesidades y prioridades de los mexicanos”.
Dr. Norman E. Borlaug, Premio Nobel de la Paz, marzo 2009
Con motivo de la publicación en México del Régimen de Protección Especial del Maíz que da origen a la fase experimental de maíz genéticamente modificado.
El día de ayer, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) de la Secretaría de Agricultura, Ganadería Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), dio a conocer que otorgó 15 permisos de liberación al ambiente en fase experimental de maíz genéticamente modificado (GM) y rechazó 4 de ellos. De las 35 solicitudes sometidas hasta el momento por las empresas Dow AgroSciences, DuPont-Pioneer y Monsanto, siguen pendientes de resolverse 16 solicitudes que serán emitidas conforme a los plazos dispuestos por Ley durante el resto del año, apuntó el Dr. Enrique Sánchez Cruz, Director en Jefe del SENASICA.
Los 15 permisos otorgados corresponden a los estados de Sonora, Sinaloa y Tamaulipas, siendo Sonora el primero al que corresponderá iniciar la fase experimental de maíz GM, explicó Fabrice Salamanca, Presidente Ejecutivo de AgroBIO México. En esta etapa se utilizaran maíces con mejoras transgénicas para resistir el ataque de insectos a la raíz, follaje y olote de la planta, así como para el combate de malezas, tecnología que se han utilizado ya en varios países del mundo en los últimos 10 años.
La industria de biotecnología agrícola está preparada para realizar -de manera responsable y atendiendo todas y cada una de las medidas de bioseguridad que establece la Ley- los ensayos experimentales con maíz GM. La etapa experimental debe servirnos a todos para recabar los datos y la información pertinente que permita disipar dudas, demostrar los beneficios y adaptabilidad de la tecnología al campo mexicano, así como generar las bases científicas para la toma de decisiones futuras.
Esta fase pone fin a once años de moratoria a la experimentación con maíz transgénico en campo mexicano, mientras que países como Estados Unidos, Canadá, Argentina, Brasil, India y España, que lo cultivan desde hace 13 años, se convirtieron en exitosos productores de diversos cultivos a nivel mundial.
El marco regulatorio mexicano en materia de organismos genéticamente modificados, uno de los más rigurosos del mundo, fue construido a lo largo de diez años de discusión y aportes de los distintos actores involucrados, que dieron forma a las estrictas normas de bioseguridad y procesos que conforman la Ley de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (LBOGM). “Ahora que el marco está completo, México está listo para iniciar el camino de la experimentación”, apuntó el Dr. Angel Saavedra, Especialista Regulatorio para México y el Caribe de la empresa Dow AgroSciences.
México tiene las bases para convertirse en un parámetro internacional en el uso y aprovechamiento responsable de la biotecnología moderna, y con este propósito, la generación de conocimientos y de capacidades nacionales debe ser una prioridad, explicó el Dr. Eduardo Pérez Pico, Director de Desarrollo de Tecnologías y Asuntos Regulatorios Latinoamérica Norte de Monsanto. La industria de biotecnología agrícola tiene disposición para trabajar con los centros públicos de investigación biotecnológica y desarrollar tecnología mexicana, de acuerdo a los cultivos y necesidades del campo que establezca la política pública de la SAGARPA.
Durante la conferencia de prensa, Fabrice Salamanca señaló que este es un primer paso para abrir en México la posibilidad de satisfacer, en cantidad suficiente y de manera oportuna, la demanda del maíz que consumimos y enfrentar con éxito los retos que derivan del calentamiento global y la crisis alimentaria.
México importa, procesa y consume alimentos genéticamente modificados desde hace más de una década, lo que equivale a cerca de 10 millones de toneladas de maíz anualmente, en su mayoría transgénico. La incursión de nuestro país en la producción de este cultivo contribuirá a fomentar la soberanía alimentaria, disminuyendo la dependencia de las importaciones.
La biotecnología moderna representa una alternativa que muchos agricultores mexicanos han podido comprobar, sobre todo en determinadas regiones del país; de hecho, México cuenta con 12 años de experiencia en el cultivo de algodón biotecnológico, periodo en el cual, los beneficios agronómicos, medioambientales, sociales y de derrama económica, han podido demostrarse, en el contexto de un manejo seguro de estas tecnologías. Del mismo modo, la adopción del maíz genéticamente modificado, en los casos que la Ley lo permite, no representará riesgo alguno para la conservación de las especies y variedades mexicanas.
El uso de estas tecnologías en otros países ha incrementado –en un rango del 8 al 20%- los rendimientos de los agricultores; ha permitido un uso más eficiente de los agroquímicos, al tiempo que cuenta con un control eficaz de plagas y malezas, lo cual ha generado ahorros que varían entre el 20 y el 30% de los costos de producción.
El maíz transgénico comenzó a sembrarse comercialmente en Estados Unidos en 1996. Actualmente, son 20 los países que lo siembran en una extensión total de 37.3 millones de hectáreas1. Estos cultivos han
traído importantes beneficios al medio ambiente, a la productividad y principalmente a la economía de los agricultores que lo utilizan, sin haber presentado en los 14 años de uso, ningún indicio de impacto
negativo a la salud humana, animal o a la biodiversidad.**
AgroBIO México es la asociación que reúne a la industria y a las personas interesadas en promover la biotecnología agrícola en México. Su misión es fomentar el desarrollo de esta moderna tecnología en nuestro país y brindar información oportuna y con base científica a consumidores, autoridades y productores agropecuarios.
Para mayor información visite www.agrobiomexico.org.mx
* Sobre la adopción de los cultivos biotecnológicos en el mundo y sus beneficios, consulte www.isaaa.org
** Biotecnología moderna de los alimentos, salud y desarrollo humano: estudio basado en evidencias. Organización Mundial de la Salud (OMS), Departamento de Inocuidad de los Alimentos, 2005.
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Website: http://www.agrobiomexico.org.mx Published: November 6, 2009 |