Bogota, Colombia
November 6, 2012
Source: SciDev.Net
By Lisbeth Fog
Alrededor de un millón de familias productoras de maíz y frijol de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua están en riesgo por el impacto del cambio climático a nivel local.
Altas temperaturas, cambios en los patrones de lluvias y prácticas agrícolas inadecuadas amenazan a ambos cultivos alimenticios, los más importantes de Centroamérica, dice el estudio Tortillas en el Comal, publicado por el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).
Según el informe, divulgado en San Salvador (11 de octubre), si la temperatura promedio aumenta 1°C en la década de 2020, como anuncian las predicciones para esta región, habrá escasez de agua y pérdidas económicas de alrededor de US$100 millones anuales.
Esta región es “una de las más vulnerables y con menos recursos de América Latina”, dijo Anton Eitzinger, científico del clima del CIAT, en Colombia, y autor principal del informe.
“Muchos campesinos y comunidades actualmente son vulnerables incluso sin cambio climático”, agregó Peter Laderach, coautor del estudio e investigador del CIAT.
Esto se debe a que no usan sus recursos naturales de una manera sostenible: “Muchos no protegen sus suelos contra la erosión, no tienen acceso a los mercados, no cuentan con entrenamiento ni capacitación, ni con créditos, ni infraestructura”.
Para llegar a estas conclusiones, los científicos combinaron 19 modelos climáticos y un modelo fisiológico para maíz y frijol “calibrado para las variedades que se cultivan en Centroamérica”, explicó Laderach a SciDev.Net.
También hicieron investigación agronómica de campo y talleres con campesinos de la región para entender sus percepciones frente al fenómeno climático.
“Como el maíz y el frijol son cultivos anuales, la gente está más preocupada por los cambios de un año para otro, como El Niño o La Niña, que lo que pueda pasar en 20 años”, explicó.
El estudio propone cuatro estrategias de adaptación: intensificación sostenible; diversificación de los cultivos para aumentar la fertilidad del suelo y maximizar la productividad del agua; ampliación del capital humano y social; y aumento de los ingresos no agrícolas.
Los investigadores recomiendan hacer un mejor manejo del suelo y de las aguas lluvia, por ejemplo, con sistemas de acopio de agua.
El ministro de Agricultura de Honduras, Jacobo Regalado, dijo a SciDev.Net que para su Gobierno “es una prioridad el tomar medidas que reduzcan la vulnerabilidad que genera el cambio climático en la producción agrícola”.
Dijo que su cartera está revisando los métodos y tiempos tradicionales de siembra, sobre todo de granos básicos, para mitigar los efectos del cambio en el patrón de lluvias.
“La implementación de infraestructura de cosecha y almacenamiento de agua son fundamentales para contar con ésta en momentos que la naturaleza no la provea y que los cultivos la requieran”, remató.
Enlace al resumen del estudio Tortillas en el comal