Barcelona, Spain
May 16, 2022
- La Federación Internacional de Semillas (ISF) reúne en Barcelona a más de 2.000 especialistas, representantes de 200 empresas de 60 países.
- El 67% del crecimiento anual de la productividad agraria de UE se debe a la mejora vegetal.
- El sector de la mejora genética factura 7.000 millones de euros en la UE y emplea a 50.000 personas, una cuarta parte de ellas dedicadas específicamente a la investigación.
- El mercado español de semillas, con una facturación de 750 millones de euros, es el tercero más importante de Europa y el decimotercero mundial
La Federación Internacional de Semillas (ISF) ha elegido a España como sede del Congreso Mundial de Semillas 2022, que se celebra en Barcelona del 16 al 18 de mayo, coorganizado con las asociaciones españolas de semillas ANOVE y APROSE. Este evento ha devuelto al formato presencial el encuentro más importante del sector semillero mundial, después de haber sido aplazado durante dos años debido a la pandemia. Al congreso presencial acuden más de 2.000 profesionales, mientras que otros 1.000 participan de la actividad congresual a través de la plataforma online “Channel World Seed”, instaurando así un formato híbrido, en tanto que no se recupere en todos los países del mundo una movilidad plenamente normal.
La semilla como punto de partida de la cadena alimentaria
En relación con el eslogan del Congreso -"Sowing a Vibrant Future"-, el Secretario General de ISF, Michael Keller, afirmó durante la rueda de prensa celebrada hoy que “el tema de nuestro congreso adquiere en nuestros días un significado totalmente nuevo, ya que nos hemos de enfrentar a las consecuencias de la guerra de Ucrania; solo a través de la paz y la cooperación –subrayó– podemos hacer que las semillas de calidad tengan la capacidad de contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional, haciendo accesibles a todos los agricultores variedades suficientes, diversas, adaptadas localmente y mejoradas, respetando además, los aspectos medioambientales, sanitarios, sociales y económicos”. Ante la inesperada crisis provocada por la invasión de Ucrania, ISF ha querido reafirmar expresamente una vez más “la necesidad de que globalmente las semillas puedan moverse con libertad y sin restricciones para poder garantizar el libre acceso a las mismas en cualquier parte del mundo”.
Keller recordó que “las semillas son el punto de partida de la cadena alimentaria”. En este sentido, Eduard Fitó, Director de Semillas Fitó, destacó durante la rueda de prensa que “a pesar de que las semillas representan una parte pequeña en el coste final, son de capital importancia debido al valor que aportan a lo largo de toda la cadena”. El mercado español de semillas alcanzó en 2020 una facturación aproximada de 750 millones de euros por lo que es ya el tercero más importante de Europa y el decimotercero a nivel mundial.
Una vez más, desde ISF se ha vuelto a recordar el importante papel que la obtención de nuevas variedades vegetales desempeña en la producción agraria, así como la necesidad de “continuar invirtiendo decididamente en investigación, apostando por una constante innovación que mejore las características genéticas de las semillas”. De hecho, según ha puesto de manifiesto recientemente el informe Noleppa*, a lo largo de los últimos 20 años, el 67% del crecimiento anual de la productividad agraria de la UE se ha debido precisamente a aportaciones logradas gracias a la mejora de plantas y semillas. Además, según precisa el informe, sin el trabajo que llevan a cabo los obtentores vegetales, los rendimientos agrícolas en la UE hubieran sido un 20% inferiores.
Alimentar a 10.000 millones de personas
En 2.050 la población mundial alcanzará 9.700 millones de personas, según la FAO, y, para que todas ellas puedan alimentarse, es necesario aumentar sustancialmente la producción agrícola. Uno de los principales motores que permitirá que haya suficientes alimentos disponibles, es, precisamente, la mejora de las variedades vegetales. De acuerdo con Donald Coles, Presidente de ISF, “el desafío actual para la agricultura y la producción de alimentos es crecer más, ocupando menos tierra, empleando menos recursos naturales y, al mismo tiempo, protegiendo la sostenibilidad del planeta”. Coles señaló que, durante los últimos 50 años, “la colaboración en mejora vegetal entre los sectores público y privado ha contribuido a incrementar hasta en un 90% los rendimientos agrarios de algunos cultivos, al mismo tiempo que ha hecho posible que se aumente la producción de alimentos con los que poder nutrir a una población que no deja de crecer”.
A este respecto, el Director General de ANOVE, Antonio Villarroel, afirmó que “este desafío se logrará únicamente si todos –no solo las empresas mejoradoras– continuamos apostando decididamente por la innovación; este es el único modo de ser competitivos y de aportar verdadero valor, tanto al agricultor como al conjunto de la cadena, satisfaciendo al mismo tiempo las demandas de los cada vez más exigentes consumidores finales”. La Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE) es la entidad que agrupa a la mayoría de las empresas y centros de investigación vegetal de España. Precisamente, gracias a la innovación en mejora vegetal, la producción mundial de alimentos no deja de aumentar, “lo que permite precios más estables de las cosechas y beneficios directos para agricultores y productores”. De la mano de la mejora vegetal los consumidores no solo pueden comprar más alimentos frescos a precios asequibles, con nuevas presentaciones, diferentes tamaños y texturas, sino también más nutritivos, con más sabor, con excelente calidad y con plena seguridad alimentaria. Todo ello es posible –concluyó Villarroel– gracias a la mejora genética de plantas y semillas en la que trabajamos los obtentores vegetales”.
La mejora vegetal, una actividad imprescindible para el futuro de la agricultura
En la Unión Europea, el sector de la mejora genética factura más de 7.000 millones de euros y emplea a 50.000 personas aproximadamente, una cuarta parte de ellas dedicadas específicamente a la investigación. En palabras de Marco van Leeuwen, Vicepresidente de ISF, “no muchos otros sectores pueden presumir de invertir en investigación hasta el 30% de sus beneficios”.
Según explicó, “solo en la Unión Europea, cada año se lanzan al mercado más de 2.500 nuevas variedades; hay más de 45.000 variedades registradas en el catálogo europeo y más de 200.000 en todo el mundo”. Los últimos métodos de mejoramiento, como la edición genética, permiten acelerar los procesos de desarrollo de nuevas y mejores variedades, poniéndolas a disposición de los agricultores de todo el mundo. En este sentido, Van Leeuwen reivindicó la necesidad de “que las regulaciones nacionales y europeas sean coherentes, proporcionadas y predecibles y estén basadas en la ciencia”.
Por su parte, Coles señaló que “el progreso genético continuo a través de la innovación en la mejora vegetal resulta esencial para enfrentarse a nuevos desafíos, como el cambio climático”. Villarroel destacó que “España es una potencia mundial en materia de mejora vegetal y lo va a ser más aún en los próximos años porque, a causa del cambio climático, España es ya el mejor laboratorio de Europa en el que estudiar cómo poder enfrentarse a las nuevas temperaturas y a los nuevos retos para garantizar el futuro de la agricultura y, en definitiva, el futuro de la alimentación mundial”.
* Noleppa, Steffen y Cartsburg, Matti: The socio-economic and environmental values of plant breeding in the EU, HFFA Research GmbH, Berlin, 2021.